Month: noviembre 2006

W.G. SEBALD: UN ENCUENTRO

Norwich es una pequeña ciudad situada en uno de los rincones más apartados de la geografía inglesa. En el mapa de esta isla británica se puede distinguir su punto negro lindante al mar, no lejos de donde solía refugiar su intimidad el duque de Windsor, desertor por bloggar amor de la grave y sonada realeza. Se dice de wholesale nfl jerseys Norwich que es una de las pocas ciudades típicamente inglesas que todavía wholesale mlb jerseys existen. Sus habitantes cuidan de sus casas y jardines con un esmero casi exagerado. En verano, British el blanco extremado de los muros contrasta con los arriates y cestos de flores variopintas que se desparraman por todo el escenario urbano convirtiendo cada casa en el escaparate de una floristeria. Un río también florido navega junto a una diminuta estación de cuento. Los taxis, además de observar escrupulosamente la puntualidad inglesa, marcan una tarifa casi ridícula cuando se la compara con el Barcelona resto de las ciudades británicas, especialmente Londres, capital de la libra, de la cual dista unas tres horas en tren o coche. Norwich es una ciudad para jóvenes  ancianos. De restaurentes llenos y Weekend calles vacías, bicicletas e iglesias, con una Universidad y un teatro activos en extremo para lo que se perfila como un quieto y vacío decorado. En esta ciudad colorida en exceso para ser tildada de literaria vive uno de los escritores más reconocidos y secretos: W. G. Sebald. Acceder a Sebald se convierte en una empresa bastante más entretenida que llegar a Norwich pero una vez la visitante consigue estar frente al Congress escritor uno se da cuenta Las de la gran coherencia que existe entre espacio en el que este vive y su hermosa literatura. Sebald ha dedicado gran parte CP de sus páginas a recrear este condado de la Costa Este de Inglaterra tan vacío como bello. Literatura pura como coincidirán conmigo quienes han tenido la oportunidad de disfrutar wholesale nba jerseys las laberínticas y serenas frases de sus libros. Dos títulos tan sólo han sido publicados hasta ahora en nuestra lengua por este escritor tardío, Los emigrados y El anillo de saturnos.

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